La madrugada de este viernes se esperaba el arribo a Monclova de los cuerpos de Zoila Virgina Rivero y Guadalupe Hernández Rivero, madre e hija que fallecieron la mañana del miércoles al ser embestidas por el tren cuando circulaban a bordo de un automóvil por la carretera de Ciudad Victoria a Monterrey.
Ambas mujeres se desempeñaron en vida como enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social; Zoila de 69 años ya retirada, mientras que Lupita estaba en activo desde enero del 2011 cuando obtuvo su base y desde hace tres años cubría el turno de tercera.
“Las dos eran muy conocidas en el IMSS, no tenía faltas y era muy apreciada por sus compañeras y derechohabientes”, señala una amiga cercana.
Guadalupe dejó a tres niños en orfandad, Kevin, Dayanna y una niña pequeña.
Además, la familia tenía un negocio de uniformes llamado “Uniformes Hernández Rivero” ubicado en la calle Huémac de la colonia Azteca.
“Lupita” dejó tres hijos, Kevin, Dayanna y una niña pequeña que quedaron al cuidado de su esposo Raúl Iván Rodríguez.
En las primeras horas de este viernes, sus familiares esperaban con profundo dolor la llegada de los cuerpos que serían velados en la capilla “La Esperanza” de la Funeraría Marsan del Bulevar Pape.
La misa de cuerpo presente será el hoy a las 3:00 de la tarde en la Iglesia Divina Providencia y posteriormente se les dará sepultura en el panteón “Las Misiones” de Frontera.
“Se nos adelantaron dos grandes personas, te mando un fuerte abrazo mi hermano, como no recordar a tu mamá con los regaños que nos daba por no tener las camionetas limpias y por hacerla esperar. Muy hermosos recuerdos, cuando cantaba con mucho sentimiento la canción “Perfume de gardenias”, señaló Héctor Alcalá
Samuel dejó un mensaje en su muro de Facebook agradeciendo a todas las personas que estuvieron al pendiente de su familia en el peor momento de sus vidas.
